Tarantella, pasión por la pasta

En 1980, Lupicinio San José y su hermano Jose dieron a Valladolid el primer italiano de la ciudad. Lupicinio trabajó en el sector en Londres y regresó a Valladolid dispuesto a dar a conocer las pizzas mediante un restaurante, Tarantella. Junto a su hermano Jose, comenzaron una andadura que tardó en calar en Valladolid, pero que ahora no deja de conquistar a los comensales.

La familia Tarantella ha seguido creciendo desde su apertura. La cocina, los platos y la tradición han acompañado a diferentes generaciones de vallisoletanos que han escogido a Tarantella como un lugar en el que celebrar y recordar algunos de los momentos más especiales.

Poco a poco, se fueron añadiendo productos a la carta como la burrata; el carpaccio de ternera; el provolone; una ensalada con una salsa cuya fórmula nos han preguntado muchísimas veces; diferentes pastas; distintos tipos de carnes entre las que sobresalen el escalope tarantella y el osobuco; y sobre todo, las pizzas. Dos icónicas que acompañan desde su apertura: la Campesina y la Especial Tarantella.

La carta de Tarantella recoge toda la esencia de Italia en cada plato, desde los ingredientes hasta la propia ejecución: con cada bocado sientes cómo te transportas a la cuna de la pizza y la pasta. Elaboramos todos los platos en nuestra cocina, incluida la masa de las pizzas, para que tu visita sea toda una experiencia.

La tradición, la familia, la buena comida e Italia forman lo que hoy en día es Tarantella: un restaurante italiano, acogedor y familiar donde pasar un rato distendido y amable; con buena calidad y un servicio personal en el centro de Valladolid.